Porsche 911 GT1/98 "Swiss Team"
El Porsche 911 GT1 98 fue le coche que llevó a Porsche a lo más alto del cajón en las 24 horas de Le Mans de 1998, justo el mismo día en el que el fabricante cumplía su 50 aniversario. El coche fue desarrollado completamente desde 0 gracias al cambio reglamentario del campeonato FIA-GT en el año 1998 y no como evolución de los anteriores 911 GT1 y GT1 EVO aunque tomando elementos de los coches de serie, como los faros delanteros de los 911 de la serie 996. En gran parte, la victoría del coche en Le Mans se debío a su fiabilidad ya que los Mercedes-Benz CLK GTR y los Toyota GT-One eran coches más rápidos, pero para ganar una carrera primero hay que acabarla, y en Le Mans esto se hace mucho más evidente.
Esta es una imagen del coche ganador de la edición de 1998 de Le Mans en el museo de Porsche extraida de internet
El fabricante español de coches de slot Fly Car Model reprodujo el 911 GT1-98 a escala 1/32 para pistas de slot en difetentes de decoraciones, entre las que se encontraban la ganadora de Le Mans en 1998, entre otras. También sacó a la venta versiones del coche en su línea "Fly Racing", con interiores aligerados y material calibrado, que aumentaban mucho las prestaciones respecto a la versión estandar. En su momento (mediados de la década de los 2000) el coche fue muy competitivo y a lo largo de los años tuvo varias evoluciones, fundamentalmente en el chasis que mejoraban sus prestaciones en pista pero quedándose lejos de otros modelos de su categoría de otros fabricantes como Avant Slot, Slot.it o NSR, por ejemplo, que tenían una concepción de chasis diferente y mucho más avanzada.
De aquella época tenía guardadas piezas del coche, chasis, ejes, llantas y como me gusta dar una segunda vida a coches usados, decidí hacerme con una carrocería para probar algunas técnicas, especialmente enmascaramientos y pruebas de pintura, y aprovechar piezas de desguace para completar el coche y de paso aligerar el cajón de recambios.
Procedente de un cambio conseguí una carrocería de la versión Fly Racing, que incluía el interior de lexán para rebajar de peso a la carrocería y a la que faltaban algunas piezas, pero nada importante porque como he dicho, en el cajón tenía variedad de piezas de este coche. Esta es la carrocería tal y como la recibí:
Le faltaba un retrovisor y la pieza trasera que simula el motor pero estaba en buen estado, con su sencillo interior de lexán. Antes de ponerme con la carrocería, monté la mecánica del coche en un chasis que tenía guardado. Ejes delantero y trasero de Fly nuevos a estrenar en sus bolsas, una guía de Sloting Plus y un motor Spirit SX-03 con cables Avant Slot constituían la mecánica del coche. La relación piñon/corona elegida fue la habitual 9/27.
Decidí sustituir el sencillo interior de lexan por uno más elaborado de fabricación propia, aunque no tan ligero como el original. A partir de una tarjeta de crédito hice la estrucura básica a la que pegué masilla para hacer el salpicadero. Para acabarlo, aproveché una reproducción de un asiento Recaro deshechada de un trabajo anterior, un piloto de un coche de Scalextric, un volante procedente de otro coche y un extintor de resina (que no aparece en la foto). También hice la pieza que simula el motor partiendo de otro trozo de tarjeta de crédito a la que pegúe piezas para simular los radiadores que el coche original tenía. Para rematar la pieza, un par de terminales eléctricos harían de tubos de escape.
Los preparativos para pintar la carrocería fueron los habituales, una pasada con una fina lija al agua por toda la carrocería y un par de capas de imprimación blanca en spray de Tamiya para dejarla preparada para la pintura.
Para la decoración elegí la misma que había hecho al Porsche 991 de Scaleauto, que podéis ver en el siguiente enlace. Pero al contrario que con el 991, primero pinté con la pintura verde brillante (Tamiya referencia X-15) que me sobró del trabajo con el 991, y luego enmascaré las puertas y las pinté de blanco brillo (Tamiya X-2). Realmente lo ideal hubiera sido hacerlo al revés, empezando por el color mas claro e ir pintando sucesivamente con los más oscuros, pero este tipo de trabajos me los tomo en parte como prueba de diferentes técnicas. Con la pintura de la carrocería bien seca, pinté la parte trasera del coche con pintura negro mate (Tamiya referencia XF-1). En todos los casos, apliqué la pintura con el aerógrafo, enmascarando con cinta donde fuera necesario. Como los esmascaramientos a veces no quedan perfectos, y este caso no fue diferente, retiré la pintura que se había colado por debajo de la cinta raspando con cuidado con un palillo. El coche pintado quedó así:
Mientras se secaba la pintura de la carrocería, monté y decoré el interior, que una vez montando no se aprecia mucho pero me gusta que los coches queden bien acabados aunque una vez montados no se aprecien los detalles. Sobre una base de pintura acrílica blanca de Tamiya (referencia X-2) aplicada con el aerógrafo, pinté el salpicadero de negro mate con aerógrafo (Tamiya referencia XF-1), al piloto solo le pinté el casco con esmalte humbrol y el extintor con pintura acrílica de Tamiya aplicada a pincel (referencia X-7). Las tiras plateadas del extintor son dos finas tiras de cinta adhesiva de aluminio, cortadas con un cutter.
Como me había sobrado un juego de calcas completo de la decoración del 991, decidí aprovecharlo para este coche y no imprimir unas calcas específicas. Al tratarse de una decoración con logotipos independientes, salvo las rayas de las puertas, el resto de las calcas las pude utilizar sin problemas. Así quedó la carrocería con las calcas colocadas:
Tras dejar secar las calcas completamente, apliqué a la carrocería una generosa capa de barniz de automoción para dar resistencia a la decoración en caso de meter el coche en la pista.
En los tiempos de espera entre capas de pintura, calcas, barnices y demás decoré el alerón trasero, del que hice dos unidades para tener uno de repuesto. Simplemente los pinté de color negro XF-1 de Tamiya con aerógrafo, coloqué las calcas correspondientes y lo barnicé con barniz Citadel satiando en spray. Me gusta mucho el resultado del barniz en piezas negras.
La pieza que simula el motor también la pinté del mismo modo aunque di un toque de color gris X-11 a los radiadores. Con el barniz bien seco pegué los dos terminales que simulan los tubos de escape con pegamento epoxi.
Ya solo faltaba montar el coche para dejarlo finalizado, y el resultado fue este:
El resultado ha sido satisfactorio. Lógicamente la base de por si es muy buena, por lo que el mérito del funcionamiento del coche se lo tengo que dar a Fly Car Model que consiguió hacer un coche muy bonito y que se podía disfrutar en el circuito incluso en competiciones del máximo nivel. La decoración es resultona y en la pista se ve fráncamente bien, el tono de verde es algo "chillón" para mi gusto, pero realmente me interesaba que el coche fuera vistoso, y creo que lo he conseguido.
Soy de la opinión que hay que aprovechar lo que tengamos al máximo, puede que montemos un coche por piezas pero si somos un poco cuidadosos en el montaje y de decoración del coche daremos una segunda vida a coches que tenemos abandonados, o recuperar material que si bien en los clubes de competición no usaríamos, en circuitos caseros son perfectamente válidos. No todo se limita a ir a la tienda a comprar el último modelo del fabricante de moda. Y como siempre, con la satisfacción que da hacerlo nosotros mismos.
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