Porsche 917 K "Shell"
Revisando las cajas con los desguaces de coches de slot en busca de piezas aprovechables, encontré una carrocería del Porsche 917K de Fly Car Model, perteneciente a la colección de coches por fascículos que vendió Fly Car Model en kioskos hace unos 10 años aproximadamente. La decoración de la carrocería correspondía a la del coche de Carlos Reutermann y Emerson Fittipaldi con el que corrieron los 1000 km. de Buenos Aires de 1971, donde se clasificaron 9º a casi 4 segundos del tiempo de la pole y abandonaron la carrera en la vuelta 43.
La carrocería estaba en perfecto estado ya que había estado guardada en una bolsa durante varios años pero no tenía interior, puesto que los interiores de las carrocerías se incluían en otras entregas de los fascículos.
Por otra parte, en la caja de piezas mecánicas tengo una buena colección de chasis, motores, ejes, guías... y me puse a rebuscar si alguno de los chasis se acoplaba a la carrocería. Encontré el nuevo chasis del Alpine A310 de Avant Slot, con soporte para la nueva cuna extraible y me di cuenta que la distancia entre ejes era la misma que el 917K de Fly. Además, la guia quedaba donde debía quedar y de repente lo vi claro: acoplaría el chasis de Avant a la carrocería de Fly.
Aprovechando los tetones de la misma carrocería que había cortado con el minitaladro, los atornillé al chasis tras dejarlos a la altura correcta y los pegué a la carrocería con pegamento bicomponente. Para dejarlos en la posición correcta, al eje delantero le calcé unos neumáticos de F1 de modo que el eje quedara perfectamente centrado en el paso de ruedas.
Tras dejar bien pegados y reforzados los tetones de la carrocería, la lijé suavemente con una lija al agua muy fina. Por experiencia, sé que los coches de Fly son bastante complicados de despintar, y al ser un coche blanco, decidí aprovechar la pintura del coche a modo de imprimación, ya que está muy bien aplicada, y quitar la tampografía con el papel de lija. Con unas pasadas suaves el coche quedó preparado para la pintura.
Como la carrocería no tenía interior, antes de pintarla hice uno. Dibuje en un papel una plantilla del interior que luego recorte de una tarjeta de credito vieja. De paso, al hacer una bandeja plana, no tenía ningún problema en colocar el motor en disposición sidewinder ya que el interior del modelo no interfería con la mecánica del coche.
Respecto a la decoración, decidí hacer una decoración "Shell", que si bien no es muy original, me encanta. Me gusta mucho la combinación de amarillo y rojo para los coches de competición y además son muy vistosos en la pista de slot, y cuando corremos, ver bien el coche es muy importante. De modo que primero pinté el coche con un par de capas color amarillo limón (referencia X8 de Tamiya) para conseguir un color amarillo homogéneo en toda la carrocería.
Cuando el color amarillo estuvo bien seco, enmascaré la carrocería y pinté las partes de rojo con pintura acrílica X7 de Tamiya aplicada con el aerógrafo.
El resto de la decoración la hice con calcas al agua, algunas de fabricación casera y otras de un juego de calcas comprado. La intención era ir aprovechando restos de calcas de otras decoraciones que voy dejando guardados y que para casos como este pueden servir perféctamente. Además, no quería hacer una decoración excesivamente recargada, ya que en los años donde compitieron estos coches (principios de los 70) las decoraciones eran bastante simples. Así es como quedó el coche con las calcas puestas y tras aplicarle dos capas de barniz de automoción:
Respecto a las llantas, continué con el desarrollo de la idea de usar todas las piezas de desgüace disponibles. Tenía guardados unos insertos en resina de las llantas de 5 radios que normalmente montaban los Porsche 917 y que Fly Car Model reprodujo con mucha precisión por que lo pensé utilizarlos junto con las llantas que tenía guardadas del siguiente modo:
- Para el eje delantero usé un par de llantas de cinco radios de Fly Car Model, que son las mismas que el fabricante utilizada en muchos de los modelos Porsche que fabricaba (917, 908...) de modo que estéticamente quedaban perfectas.
- Como no quería comprometer el buen funcionamiento del coche en pista poniendo unas malas llantas en el eje trasero usé un par de llantas de plástico de Avant Slot, que están muy bien centradas y las que es muy fácil colocar un inserto de resina.
Tras pegar los insertos, las apliqué una capa de pintura dorada (acrílica Tamiya X12 aplicada con el aerógrafo) y cuando estuvo bien seca una capa de barniz de automoción para proteger la pintura y darlas mas brillo.
Para la mecánica de nuevo utilicé componentes usados pero en perfecto estado de funcionamiento:
- Cuna en ángulo para motor de caja larga Avant Slot
- Guia negra de Avant Slot con cables con funda de silicona del mismo fabricante.
- Motor Spirit SX-03 escasamente usado. Se trata de un motor de caja larga que entrega unas 24.000 rpm a 14,8 V. y con muy poco efecto imán.
- Transmisión en ángulo con piñon de 10 dientes y corona de 27 dientes de Avant Slot para tener una buena velocidad punta en pistas largas.
- Ejes calibrados de acero endurecido
- Cojinetes de teflón de Avant Slot
- Tornillería de M-2 en acero inoxidable
- Neumáticos traseros NSR y delanteros de Fly Car Model (los originales del 917K de Fly)
- Muelles de suspensión en la cuna de fabricación casera, tal y como hice con el Lola T290 de la Escudería Repsol.
Al chasis lo rematé colocando las salidas de escape simuladas de la carrocería de Fly Car Model, pegadas en la parte trasera del chasis en lugar de en la carrocería para que no interfirieran en el funcionamiento del chasis en pista.
Había quedado pendiente de acabar el interior. A la bandeja plana que hice con una lámina de plástico, le pegué masilla para hacer el salpicadero tras esperar a que se secara y lijarla hasta dar la forma adecuada. El asiento del conductor es una pieza de resina que tenía guardada y el piloto también es otro que tenía guardado, procedente de un coche de Scalextric al que le puse una cabeza con casco de SRC. Todas ellas piezas procedentes de desgüace o de restos de otros trabajos.
Para decorarlo, apliqué una base de pintura acrlílica X11 plateado de Tamiya y luego pinté en los diferentes tonos, el salpicadero negro satinado (con pintura Vallejo), el piloto negro mate (esmalte Humbrol 33), el asiento en rojo mate (XF7 de Tamiya) y el casco en color morado (X16 de Tamiya) para que resaltara un poco, ya que queda muy encajado dentro de la carrocería y quería que resaltara a través de los cristales.
Y como último detalle, coloqué la rueda de repuesto, que es la original que venía en la carrocería de Fly, ajustada para encajara en el tetón trasero de la carrocería y pintada de color dorado como el resto de las llantas a la que ajusté un neumático que tenía en la caja de repuestos.
Y tras un sencillo proceso de montaje del resto de piezas de la carrocería (tapones del combustible, cristales, faros, rejilla delantera...), el coche quedó así:
Disfruto mucho estos trabajos, para mi son la esencia del scratchbuilding, un trozo de un coche, otra parte de otro, piezas de aquí y allá, intentado hacer un conjunto vistoso pero que se mueva con soltura por la pista y, sobre todo, aprovechando piezas de las que vamos acumulando en nuestras cajas, a las que se las puede dar una segunda vida que puede que incluso sea mejor que la primera que llevaron. En este sentido, una carrocería abandonada ha recuperado su esplendor y muchos componentes mecánicos que parecía que no valían para nada han conseguido formar un coche que funciona fráncamente bien y sobre todo con el que he disfrutado mucho durante su construcción. He hecho mejores trabajos, más pulcros y complejos, pero pocos tan satisfactorios.
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